Tormentas
Cuando es el momento de rendirse? de ceder? de reconocer que la única salida es desnudarnos y que nos vean con todas nuestras imperfecciones?
Para la mujer ese momento no existe, pero si llega es porque otros ya están a punto de desnudarnos y ver nuestras miserias.
Ceder implica la posibilidad de renunciar, de que la voluntad de los otros tenga cabida.
Ceder debería ser tomado como un gesto de nobleza, pero la mujer no quiere que lo tomen asi, la mujer quiere seguir siendo la que marca las reglas del juego.
La mujer es capaz de predecir tormentas que se forman en la atmósfera pero no las que se avecinan por los hombres y esas desgraciadamente son las más frecuentes.
La mujer teme a las tormentas pero solo algunas tienen el valor de enfrentarlas aunque de antemano saben que cuando pase la tormenta algo se habrá llevado de sus vidas.
Ante las tormentas, los ciclones y los huracanes los meteorólogos les ponen nombres de mujer no se si por misóginos o si piensan como yo que una mujer bien plantada al igual que un huracán es capaz de poner al mundo de cabeza cuando de defender aquello de lo que cree se trata.
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