Segundo aire

Algo tiene la vida que no sabe estarse quieta lo que ayer nos parecía inamovible, perfecto, eterno, hoy puede ya no estar en el lugar esperado o haber desaparecido llevándose consigo todas nuestras certezas.

Un buen dia despertamos dos veces al mismo tiempo, la primera porque ya no tenemos sueño y la segunda porque algo nos dice que la vida tal y como la conocíamos se termino y es que tal vez sentimos que la edad nos cayó de repente encima y que debemos hacer algo para respirar eso que llaman nuestro segundo aire, solo que ese segundo aire hay que arrebatarselo a la vida como los bebes cuando recien nacidos respiran por primera vez y lanzan su gran grito de Guerra.

Todos tenemos derecho a ese segundo aire, ese que nos haga sentir que la vida no termino antes de tiempo, que no por haber logrado ciertas metas lo que nos toca es irnos a morir solos como elefantes, el problema es que el segundo aire solo depende de nuestras decisiones, no cuando planeamos respirar acompañados de los demás.

Aun así el segundo aire es tan impostergable que somos capaces de todo para respirarlo aunque eso pueda significar vencer nuestros miedos o morir en el intento.